domingo, 22 de junio de 2008

Antes de dormir

Antes de quedarme dormido, empiezo a soñar. A soñar la realidad y a soñar el sueño. Sin poder diferenciar uno de otro, todo parece tan real en el sueño, y tan onírico en la realidad. Lo único constante en este ir y venir de dimensiones es la realidad de que te extraño mas de lo que puedo voluntariamente evitar.
Antes de quedarme dormido, empiezo a soñar. En la persona que no eres pero me gustaría que fueras, o en la persona que me gustaría ser para que pudieras estar a mi lado y nunca tener que despertar, o dormir. Antes de quedarme dormido, empiezo a soñar que tengo menos de lo que quiero y más de lo que puedo. Sueño que nunca vuelve igual. Sueño en ti, no en ti, pero en mi tú. La verdad es lo que me gustaría poder reconocer, que aun pienso en ti, en lo que creí que eras tu, en lo que creo que eres tu. Sueño que despierto y me vuelvo a dormir, para poder vivir por siempre en este mundo esperando que algún día te vuelva a encontrar para no dejarnos ir.
Antes de dormir, empiezo a soñar. A soñar la realidad y a soñar el sueño. Para poderte sujetar una vez más, para poderte decir lo que por tonto calle, para poderme arrepentir, para que me disculpes, para poder vivir lo que me falta, para poder olvidar lo que me sobra.
Antes de quedarme dormido, empiezo a soñar en ti.

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